domingo, 3 de mayo de 2009
El área de la biotecnología, es un ejemplo que ilustra claramente las consecuencias perversas de una tecnología articulada a los intereses del mercado transnacional, el Estado y universidades e institutos de investigación. En “La Ciencia Neoliberal”, Edgardo Lander expone de manera sistemática y rigurosa, las consecuencias, implicaciones y funcionamiento de dicho entramado. Citando a Hans Jonas (1984), el ensayo, concluyente, finaliza así: “…la capacidad tecnológica para transformar la naturaleza siempre será mayor que la capacidad para prever las consecuencias de esas transformaciones. Los seres humanos tenemos la capacidad de destruir la vida en el planeta Tierra y nuestra responsabilidad ética con la vida es directamente proporcional a ese poder. El modelo científico-tecnológico guiado por la desenfrenada lógica mercantil es la negación total de dicha responsabilidad ética. La ciencia neoliberal se ha convertido en una amenaza extraordinaria a la vida. Quizás ha llegado el momento en que hay que dejar de hablar de las llamadas “ciencias de la vida”, para reconocerlas como aquello en lo cual tienden a convertirse, en ciencias del control y de la muerte.
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